Todo salió redondo, como si lo hubiera planeado. El despertador no se trabó. Al bañarse quedaba jabón en la regadera, y el agua no se enfrió. El pan no se quemó. Su hijo lo besó espontáneamente. Consiguió asiento en el micro. Llevó paraguas y llovió. Vio una mujer hermosa y ella lo miró. Le dijeron que era simpático. Cobró el sueldo entero, sin descuentos. Alguien le contó un chiste nuevo, y era bueno. No olvidó las llaves. El perro saltó para saludarlo. Su equipo de fútbol ganó 2 a O. Un amigo lo invitó a una fiesta. Su esposa le había cocinado su plato favorito y después de cenar le confesó que tenía ganas de hacer el amor con él. Así, en un mismo día, todas las publicitadas cosas simples de la vida aparecieron rendidas a sus pequeños pies humanos. -¿Esto es suficiente para ser feliz?— le preguntó la luna, el la miró de reojo, esbozó una sonrisa de compromiso y susurró lentamente.
-No, pero es una gran ayuda para seguir adelante.-
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