Me encontraba en el hermoso puente de Budapest, podia sentir como el frio y las gotas de la lluvia penetraban mi piel. Estaba sola. Senti por un instante que una figura iba acercandose a mi. Escuchaba sus debiles pasos, su tension y sus nervios que hacian alocar su corazon. Sonreia y reia tiernamente. Su mirada tan dulce y perfecta se intensificaba clavando sus hermosos ojos color cafe en mi. Yo me reflejaba en ellos como un espejo. Pude notar un brillo y un deseo especial. Sus manos tomaban lentamente las mias y comenzaron a rozar mis mejillas hasta llegar a mi cintura. Su rostro se inclinaba mas y mas. Ya podia sentir su respiracion. Un escalofrio recorrio mi cuerpo en el momento en que su boca estaba a casi cinco centimentros de la mia. El frio ya habia desaparecido convirtiendose en una calida brisa. Seguramente habian empezado a revolotear esas vergonzosas mariposas en la panza las cuales no pasan muy seguido. Me sentia bien.
-Te quiero- me dijo con una sonrisa
Le sonrei y sin pensarlo me deje llevar por la profundidad de su beso.
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