jueves, 4 de junio de 2009

-Hermosa- le dije, mirando también hacia la luna.
-Todo está bien- me contestó, sin impresionarse. Volteó lentamente para encontrar mi mirada; pequeñas olas se formaban con sus movimientos y chocaban contra mi piel. Sus ojos parecían color plata en su cara como hielo. Dobló su mano de forma que atrapó la mía y la hundió bajo la superficie del agua. Era lo suficientemente cálida como para que su piel fría no me estremeciera.
-Pero yo no usaría la palabra hermosa- continuó. -No comparándola contigo-
Sonreí, y levanté mi mano libre – no temblaba – y la coloqué sobre su corazón. Blanco sobre Blanco; coincidíamos por primera vez. El se estremeció un poco con el contacto cálido. Su respiración se volvió difícil.
-Te prometí que lo intentaríamos-, susurró, tenso de repente. -Si… si hago algo malo, si te lastimo, me debes decir inmediatamente-
Afirmé solemnemente, manteniendo mis ojos en los suyos. Tomé otro paso a través de las olas y recosté mi cabeza contra su pecho.
-No tengas miedo- murmuré. -Nos pertenecemos-
Fui repentinamente abrumada por la verdad de mis propias palabras. Este momento era tan perfecto, tan correcto, no había duda de ello.
Sus brazos me envolvieron, reteniéndome contra él, verano e invierno. Sentía como cada nervio de mi cuerpo era un cable vivo.
-Para siempre- coincidió, y entonces nos hundimos gentilmente en la profundidad del agua.


(L)
(que salga new moon YA)

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